A la hora de contratar una tarifa de la luz, nos encontramos con distintas opciones en el mercado y, a veces, puede resultar complicado saber cuál es la que más nos conviene. Por eso, en este artículo te explicamos en qué consisten los distintos tipos de tarifas disponibles y qué debes tener en cuenta a la hora de considerar qué tarifa de la luz contratar.
Tipos de tarifas de la luz para saber cuál contratar
En la actualidad, existen dos grandes grupos de tarifas de la luz: las del mercado libre y las del mercado regulado. En este último grupo, en realidad, solamente se aplica una tarifa donde los precios están marcados por distintos factores impuestos por el Gobierno, siendo el principal la discriminación horaria que hace que haya unas horas donde la luz es más barata que en otras.
Las opciones del mercado libre son mucho más amplias y variadas. Existen muchas ofertas distintas que se intentan adaptar a todas las clases de consumidores que hay. Por ese motivo, lo mejor para encontrar qué tarifa de luz contratar es comparar las distintas compañías con Luzator y obtener así la selección que mejor cubra nuestras necesidades y preferencias.
La tarifa del mercado regulado, también conocida como Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), es variable, ya que depende del consumo que hagamos. Por ese motivo, cada mes, la factura será distinta.
De hecho, incluso aunque siempre consumiéramos lo mismo (lo cual es muy difícil), el total de la factura cambiaría porque el precio del kilovatio (kW) varía en función del mercado, es decir: según a cuánto compren la energía las compañías eléctricas, se cobrará la luz a un precio u otro al consumidor.
Ese precio varía cada hora, aunque, desde junio de 2021, se estableció la discriminación horaria en la tarifa del mercado regulado; esto hace que haya tres periodos en los que la luz tiene que cobrarse al precio más bajo posible (hora valle), a un precio medio (hora llana) o al más alto (hora punta).
En las ofertas del mercado libre, el precio no es variable. Una vez sepamos qué tarifa de la luz queremos y la contratemos, siempre se nos cobrará lo mismo -a no ser que la oferta tenga discriminación horaria, entonces incluirá diferentes precios según la hora, aunque estos se mantendrán independientemente del mercado.
Simplemente deberemos tener en cuenta las condiciones de la oferta para aprovecharla al máximo; por ejemplo, si sabemos que nuestro consumo eléctrico se concentra en el fin de semana, intentaremos encontrar una tarifa que ofrezca un precio más barato durante ese periodo.
Tarifas de mercado regulado vs. mercado libre
En principio, la tarifa del mercado regulado está pensada para un consumidor medio que puede adaptar sus hábitos de consumo a las características de esta tarifa, así como no necesitar una potencia mayor de 10 kW ni una tensión superior a 1 kilovoltio (kV) -ya que esta tarifa está limitada a una potencia contratada de 10 kW máximo y no más de 1 kV de tensión.
Tradicionalmente, pudiendo ajustar los hábitos de consumo a las horas más baratas, la tarifa del mercado regulado solía ser más barata que las del mercado libre. Sin embargo, la dependencia del precio del kW/h del mercado mayorista hace que, en situaciones de crisis u otras circunstancias, los precios se disparen y la factura se resienta.
Con las tarifas del mercado libre siempre vamos a pagar lo mismo, para bien o para mal, en el sentido de que esos cambios en el precio de la luz del mercado mayorista no nos deberían afectar. Por otro lado, también pagaremos lo mismo, aunque, en un momento dado, nuestro consumo haya sido muy bajo o nulo, ya que estas tarifas no suelen dependen de lo que se gaste, sino que tienen un precio establecido.
Qué tener en cuenta al considerar qué tarifa de la luz contratar
Por lo general, el factor más decisivo a la hora de decidirse por una tarifa de la luz u otra son los hábitos y necesidades de consumo. No siempre es posible adaptarse a las condiciones que impone la tarifa del mercado regulado para pagar menos en la factura de la luz. Por eso, a menudo será más conveniente buscar una oferta en el mercado libre.
De manera similar, otro factor que tener en cuenta es el tipo de actividad que se desarrolle en el lugar al que pertenezca el suministro eléctrico; evidentemente, no es lo mismo un domicilio particular que un local comercial, sus necesidades serán muy diferentes. Incluso siendo un domicilio particular, dependiendo de las características de la vivienda, habrá unas tarifas de la luz que se ajusten mejor que otras.
Si nos decantamos por una tarifa del mercado libre, debemos tener claras las condiciones de la oferta. Es importante conocer qué características tiene, por ejemplo, si hay unas horas más baratas que otras, para sacarle el mayor partido y ahorrar dinero en la factura.
Una de las condiciones que es muy importante tener en cuenta es si hay cambios en la oferta. Puede que haya una promoción que resulte muy atractiva, pero que después de un tiempo cambie y ya no nos interese tanto; también puede que la oferta nos obligue a un determinado tiempo de permanencia, que es algo que también deberemos valorar.
En definitiva, para saber qué tarifa de la luz contratar, lo mejor es comparar ofertas según nuestras necesidades y, entre las opciones que mejor se adapten a nuestros requisitos, elegir la que más nos convenga.